La colecta solidaria realizada en el marco del Encuentro Nacional de Minibásquet permitió que decenas de chicos y chicas recibieran un par de zapatillas para seguir disfrutando del básquet.
El Encuentro Nacional de Minibásquet organizado en junio por la Asociación Paranaense de Básquet dejó mucho más que partidos, anécdotas y abrazos entre chicos y chicas de distintas provincias. Detrás del ruido de la pelota y el color de las tribunas, se gestó una acción solidaria que emocionó tanto como los propios juegos: la colecta de zapatillas.
Previo al evento, la APB impulsó una campaña para que familias, jugadores y jugadoras donaran zapatillas en buen estado que ya no usaran o que les hubieran quedado chicas. El objetivo era sencillo pero profundo: que más chicos pudieran seguir jugando al básquet con su propio par.
La respuesta fue inmediata. Durante los días previos y en pleno Encuentro, decenas de pares se fueron apilando, esperando a encontrar nuevos dueños. Y la magia ocurrió cuando esas zapatillas llegaron a las manos de quienes más las necesitaban.
“No saben lo feliz que lo hizo tener sus propias zapatillas para entrenar, no paraba de mirarlas”, testificó Laura Rotta coordinadora de las Escuelas de Deportes de la Municipalidad de Paraná, quienes fueron parte importante del evento.
“Nosotros trabajamos con escuelitas y ver cómo se iluminaban sus caras fue una emoción enorme. Parece algo chico, pero para ellos es muy grande”, relató.
Cada par entregado significó mucho más que calzado: fue pertenencia, fue la posibilidad de correr detrás de la pelota con mayor confianza y, sobre todo, fue una señal de que la comunidad del básquet también juega fuerte cuando se trata de acompañar y compartir.
El Encuentro de Minibásquet ya es una marca registrada en Paraná, pero esta colecta y la entrega de zapatillas quedarán en la memoria como un recordatorio de que el deporte también es un puente para la solidaridad. Una muestra de que, más allá de las canchas, el básquet sigue construyendo comunidad.